Callar un síntoma

Noviembre 22 de 2021.

Muchas oportunidades se pierden al callar un síntoma. Bien sea porque una hay una verdad que busca ser revelada, una carga pesada necesita liberarse o un potencial encontrar campo para florecer. Cada vez que callamos un síntoma perdemos la posibilidad de descubrir qué sigue desintegrado dentro de nosotras y necesita re-conciliar-se.

Al darle la voz a un síntoma, el alma también encuentra voz. Y como en cascada, las emociones que antes nos drenaban o los pensamientos paralizantes, así como el alimento que le faltaba al espíritu, y las partes de la historia que siguen doliendo aparecen.

Sanarás si escuchas el síntoma. Sanarás así no te cures del todo porque harás visibible toda la energía estancada que no puede procesar más el cuerpo. Es por ello, que el síntoma nos obliga a parar, porque el cuerpo ha sobrepasado el límite del «aguante».

En la quietud, se abre una nueva consciencia de autocuidado y si la sabes aprovechar, conocerás la consciencia de amarte incluso con esa horrible molestia. Ahí empieza la sanación del alma. El síntoma no aparece para causarte problemas sino para ayudarte a resolverlos, pues el alma es la que enferma. El cuerpo es solo un vehículo.

Diana Carolina

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