Abril 15 de 2021
“Tu lugar en tu sistema familiar es tu autonomía. La autonomía desde un punto de vista de curación es cuando el padre y madre internos sustituyen el apego con el padre y la madre biológicos”.
Esto significa que la mujer autónoma se independiza de su historia familiar. Vive no desde la carencia de la hija herida o culpable sino desde la posibilidad de su Adulta Interior.
En la herida está el apego y ese apego no permite que seamos libres de desplegar nuestras alas.
¿Cómo transitas hacia tu autonomía?
Sé tu propia madre y tu propio padre. Los mejores que puedas contigo misma! Has algo útil que dignifique tu historia de dolor. Lo que sea que te diga tu corazón.
¿Qué haces para dignificar ese dolor de niña? ÁMATE.
Proporciónate todo lo que necesitaste de niña y no recibiste de tus padres: libertad, afecto, atención, juego, apoyo, validación, respeto, protección, seguridad. ¿Qué querías que te dieran y no recibiste? ¡Dátelo a ti misma!
Al proporcionarte todo esto, te puedes centrar. Se empiezan a caer las corazas con las que tuviste que envolverte y puedes volver a la semilla luminosa que ya eres.
Desde la adulta interior aparece la fuerza, el enfoque, la dirección, la atención y el amor para desarrollar tu deseo personal de manera sostenible y duradera. Desde la hija herida o culpable tu deseo no tomará forma ni surgirá o se caerá en el camino.
La adulta interior es la que te ayuda a actualizar tu contrato de vida con tus padres en un nuevo contrato de amor hacia ti misma. Llámala, dile que estás lista para darle su lugar.
De esta manera desplegarás tus verdaderas alas.
Diana Carolina González Sánchez