Septiembre 1 de 2019.
Si tus padres vivieron en la carencia económica, se tú la persona que disfruta del dinero sin culpa. Date el gusto que vienes aplazando por miedo a traicionar el legado de la escasez. Cómprate ese vestido o esos zapatos que querías en la infancia.
¡Ahora puedes! Hazlo sin rencor o nostalgia.
Más bien desde el regocijo. Como quién riega una planta por primera vez sin saber cuál ha sido su historia.
Goza de tu salario. Mal-gastar y vivir endeudados también es signo de escasez. Aprende a manejar el dinero. Si no sabes, pregunta.
Cancela pensamientos como «es muy caro», «es demasiado», «si ellos no lo tuvieron, yo tampoco», «ya vendrá la ocasión» «no tengo ni un peso»… con todas esas expresiones te estás diciendo «No merezco»
y ¡SÍ MERECES! La prosperidad material es un regalo Divino.
No te guardes autoregalos para ocasiones especiales.
Cada día que vives es el tiempo preciso.
No guardes el perfume para una fiesta. Úsalo cada vez que quieras.
Disfruta. Disfruta mucho. No retengas o guardes nada que alegraría tu vida.
Diana Carolina González-Sánchez
Arte: «Empowerment» de Mohamed Rabie.