Agosto 13 de 2019.
¡Siéntate y quédate ahí! Quieta.
Nos dice Thich Nhat Hanh.
Es mentira que empoderarse es saturarse de tareas.
Empoderarse mujeres, es escucharse y hacerse caso.
Detenerse cuando el cuerpo y la mente piden permiso.
Resulta que la quietud es una mina de creación y claridad increíbles.
Hay un feminismo que nos dice:
«¡Haz algo, no te quedes quieta!»
Nos quiere agresivas, activas las 24 horas, no vulnerables, competitivas.
Yo prefiero decirle: Siéntate y quédate ahí. Quieta.
Lo femenino real descansa. Hoy no tengo la vitalidad que podré tener la otra semana. Y eso mujeres, tiene su sabiduría.
El apego al hacer hay que soltarlo. 30 días sin respiro no nos hace más productivas ni más amadas. Pide ayuda. Acepta ayuda.
Y por favor, arruga la lista que merodea en la cabeza. Detente y vuelve a ti. Así, sin pendientes.
A las mujeres como a la Tierra, la quietud nos limpia. Luego, estaremos listas para iniciar de nuevo. Vivamos tranquilas con eso.
¿Qué esconderá nuestro miedo a «no hacer nada»?
Diana Carolina González-Sánchez