Tres viejos paradigmas femeninos para remover.

Mayo 1 de 2020.

A Harmonia Rosales la descubrí en 2017 por su pintura «Creación de Dios». Ella se atrevió a «remover la olla» como lo explica en varias de sus entrevistas, al pintar a Dios como una MUJER NEGRA.

Sin importar si somos de primer o tercer mundo, todavía muchas mujeres no nos atrevemos a salirnos de viejos paradigmas. Por ejemplo, no nos atrevemos a pronunciar palabras tabúes por miedo a que la gente nos «vea mal»; o a compartir ideas en el trabajo por miedo a que nos digan “locas”;  ni a seguir nuestras intuiciones y necesidades para evitarnos problemas con la familia.

Desde mis observaciones, estas actitudes están atadas a 3 paradigmas que se pueden ir removiendo como dice Harmonía y transformar los lugares en donde todas podemos ser una influencia para el cambio de conciencia frente a lo femenino:

Paradigma 1: «Lo que les sucede a las mujeres de esta familia se queda en secreto».

Hablo de maltrato, violencias y abusos. El peligro de este paradigma es que los secretos familiares dejarán de repetirse una y otra vez hasta que alguna mujer tome conciencia de ellos y haga algo para cortar con las cadenas de maltrato. Las cadenas familiares se liberan cuando las mujeres compartimos en voz alta «ese secreto» que se mantiene oculto. No importa que nos hayan educado para separar en dos columnas lo que se cuenta y lo que no se cuenta de una historia familiar, hoy en día existen fundaciones, grupos de apoyo, terapeutas que nos pueden ayudar en ese proceso de liberación.

¿Cómo empezar a remover ese paradigma? 

– Reflexionando de adulta a adulta con las madres/abuelas/tías sobre los episodios de maltrato que recordamos de ellas. ¿Que tal si les preguntamos qué harían hoy si vivieran la misma situación?

– Compartiendo material entre las mujeres de la familia sobre las violencias ocultas en las familias.

– Hablando con las mujeres más grandes sobre los diversos abusos de poder hacia la mujer que aún existen. El solo ejercicio de hablar, sin juzgar, sin buscar arreglar nada, libera.

 Paradigma 2: «Si en mi trabajo a todo le digo «sí» me aseguro un mejor puesto más adelante». 

Falso. La mujer de este trabajo vive en guerra con ella misma porque aunque sienta una cosa dice otra. A ninguna mujer le aseguran poder por ser condescendiente a la opinión de otros. Este paradigma es una forma de manipular nuestras decisiones. La invitación es a detectar qué parte de la voz interna no nos atrevemos a compartir honestamente por miedo a perder poder en el trabajo. Seamos fieles a nuestro proceso e intuición aun con el riesgo de fracasar. Ese miedo se hará más y más grande si continuamos asintiendo a todo y no estamos de acuerdo.

¿Cómo empezar a remover este paradigma? 

– Perdiendo el miedo a ser creativas. Si algo nos mueve a actuar distinto hay que escucharse sobre todo en los proyectos en los que solemos ser muy analíticas y perfeccionistas con nosotras mismas.

– Preguntándonos: ¿esto lo digo desde mi voz o estoy imitando lo que dirían otros para que se escuche «aceptable»?

– Creando proyectos que promuevan el trabajo en red por encima del trabajo individual.

Paradigma 3: «Calladita se ve más bonita».

Este viejo mandato va en contra de todo desarrollo de la propia voz. La cruda realidad es que si callamos no nos aman ni nos aceptan más. Al contrario, calladitas exponemos nuestras vidas y nuestra libertad. Calladitas, aumentan nuestros miedos a ser rechazadas, además, a la hora de tomar decisiones, no tenemos ni idea qué hacer y somos más manipulables. Harmonía Rosales cuenta que un coleccionista le dijo que pintara gente blanca porque eso vendía mejor. Ella le dijo que no ya que si se quedaba callada sería como traicionar lo que quería expresar en su arte.

¿Cómo empezar a remover este paradigma?

– Comparte tus propias opiniones sin censurarte tanto.

– Expresa y canaliza la rabia (arte, deporte, danza).

– Trabaja en ti para perder miedo al conflicto cuando quieres manifestar un deseo. 

– Reflexion sobre las historias de otras mujeres.

Una mujer que remueve sus paradigmas le da permiso automáticamente a las demás para que remuevan los suyos. Si alguno de estos paradigmas te resonó empieza allí, removiendo la olla, como dice Harmonía. ¿Qué paradigma sobre ser mujer ya no quieres prolongar más en tu historia?

Diana Carolina González-Sánchez

Arte: Harmonia Rosales. «La creación de Adán.» (imagen portada). Más de Harmonía aquí: www.harmoniarosales.com

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