5 Nov. 2018. Una de mis consultantes me preguntó. ¿Y los hombres? ¿solo trabajas con mujeres? Mi respuesta para ella y para los que se pregunten lo mismo es sí, los hombres siempre son bienvenidos a mis sesiones.
De hecho, trabajo con ellos todo el tiempo. Cuando trabajo con mujeres, ellos están presentes a través de lo heredado de su linaje y de su relación con lo masculino. Desafortunadamente, mucho de lo que veo allí tiene que ver con huellas de maltrato, abandono y violencia.
Sí, trabajo con los hombres porque también son hijos de un sistema patriarcal que los desconectó de su libertad de ser, sentir y expresar. Creo que los hombres tienen su propio llamado y es liberarse de un modelo que ha aprobado esconder sus vacios emocionales y tapar las consecuencias de estos.
La ausencia de diálogo público, hace que el maltrato, abuso, abandono y las distintas violencias sigan naturalizadas, porque «así son los hombres».
Los hombres que abandonan a sus hijos por ejemplo no son «asi porque son hombres». Son seres humanos tremendamente heridos, que aprendieron a distanciarse de sus problemas interiores. Son personas que no toman responsabilidad porque repiten un patrón generacional de huída.
El problema es que socialmente carecemos de una red que priorice la sanación emocional de esos «varones» y sus historias.
La reinvención de las historias en los hombres puede comenzar resignificando qué es ser fuerte y qué es ser débil. Qué es sentir. Por qué es importante conocer e identificar una emoción. Qué sucede cuando un hombre se desconecta de lo que siente o no sabe comprenderlo. ¿Qué emociones pasan por la cabeza de un hombre cuando violenta, abandona, huye? ¿A qué obedece?
Al escribir este post recordé un video que fue viral en EE.UU. Un instructor de artes marciales, anima a uno de los chicos de la clase a llorar cuando se frustra por no romper un bloque:
“Está bien llorar” “Los hombres también lloramos”-
– “Está bien llorar, de esta manera trabajas en esa emoción y cuando surja de nuevo la puedes poner de lado y hacer lo que vas a hacer”.
EE UU es un país que no habla de sus emociones. Mucho menos si se trata de los hombres. Con el video, gran cantidad de padres comentaron precisamente, sobre el valor de expresar y procesar las propias emociones y el peligro de reprimirlas.
En blogs sobre familia, hablaron sobre lo difícil que les resulta enseñar a sus hijos a “ser emocionales” ya que ellos mismos desconocen qué significa eso.
Hay historias del patriarcado que son nocivas y obsoletas. Allí es donde siento que los hombres pueden transformar el paradigma. Tengo dos preguntas para ellos:
¿Qué tanto siguen aceptando en silencio el no ser emocional? ¿Qué hace que mantengan las herencias patriarcales en casa, en la oficina y en el trato a la mujer?
Quiero ver más hombres dispuestos a sacar del sótano sus secretos familiares. Hombres que se atrevan a a sanar sus heridas con lo femenino. Quisiera ver más hombres con las agallas para hacerse cargo de su historia de dolor y en un acto de amor buscar los mecanismos para reconciliar y reparar.
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Aquí el video: “Rompiendo las barreras emocionales”
Imagen 1: Creative Commons.