Julio 25 de 2019.
No es cuestión de voluntad o de ausencia de deseo. Es el permiso que no nos damos, el que nos impide reinventar la historia que queremos vivir. Hace poco me encontré con este texto de la escritora egipcia Raim Naim que me recuerda mucho la conexión que hay entre darse el permiso y reinventarse. Lo último no se puede hacer sin lo primero.
«Tienes permiso para irte de cualquier historia en la que no te encuentres a tí misma. Tienes permiso de dejar cualquier historia en la que no te ames.
Tienes permiso de salir de una ciudad que ha atenuado tu luz en lugar de hacerte brillar más, puedes empacar todas tus maletas y comenzar de nuevo en otro lugar y tienes permiso de redefinir el significado de tu vida.
Tienes permiso de renunciar al trabajo que odias, incluso si el mundo te dice que no lo hagas, y tienes permiso de buscar algo mañana y el resto de tu vida.
Tienes permiso de dejar a alguien que amas si te están tratando mal, tienes permiso de ponerte en primer lugar si te estás conformando y tienes permiso de alejarte cuando lo has intentado una y otra vez, pero nada ha cambiado.
Tienes permiso de dejar ir amigos tóxicos, puedes rodearte de amor y de personas que te alienten y te nutran. Tienes permiso de elegir el tipo de energía que necesitas en tu vida.
Tienes permiso de perdonarte a ti misma por tus errores más grandes y más pequeños y tienes permiso de ser amable contigo misma, tienes permiso de mirarte en el espejo y que te guste realmente la persona que ves.
Tienes permiso de liberarte de tus propias expectativas.
A veces, consideramos irse como algo malo o lo asociamos con renunciar o dejar de fumar, pero a veces irse es lo mejor que puedes hacer por ti misma. Irte te permite cambiar de dirección, comenzar de nuevo, redescubrirte a tí misma y al mundo. Irse a veces te salva de quedarte atrapada en el lugar equivocado con las personas equivocadas.
Irse abre una nueva puerta para el cambio, el crecimiento, las oportunidades y la redención.
Siempre tienes la opción de irte hasta que encuentres a dónde perteneces y qué te hace feliz.
Incluso date el permiso de dejar atrás tu vieja versión y reinventarte».
Autora: Raim Naim. Traducción y adaptación para público femenino por Diana Carolina González-Sánchez.